Ruido

Solo podía oír su respiración agitada dentro del casco. "Uno, dos, tres...", contaba mentalmente mientras se formaba un débil vaho en el cristal que molestaba un poco su visión.

En esos instantes de soledad, pensó en lo increíble y a la vez inquietante que fue observar una explosión semejante sin que emitiera ningún ruido: La Tierra había hecho boom, y no podía dejar de maravillarse.

Mientras sus ojos todavía se distraían con el baile de los fragmentos del planeta azul, comenzó a temblar dentro de su traje. "Madre mía, la belleza es demasiado malévola", se dijo, fría, entre las estrellas y la inconmensurable nada.

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